Articulo sobre el show en Denver

Blink-182 muestra a Denver la cara del rock

Luchando contra la vuelta de las diferencias artisitcas, la drogadicción, la muerte de DJ AM y un accidente de avión que dejó a su baterísta en una sala de quemados, Blink-182 regresó a Denver el domingo como la misma banda que siempre fueron. Es decir, crudo, deliberadamente poco profesional y un montón de diversión.

La banda desgranó casi dos horas de éxitos de radio de pop-punk y canciones menos famosas, algunas de las cuales son, tal vez sorprendentemente, de hace 15 años. El zumbido de las diferencias musicales entre compañeros de la banda, Mark Hoppus y Tom DeLonge, eran evidentes en todo el show. Hoppus pegado sobre todo a sus regulares, la prestación de hard-rock de carga, mientras que DeLonge inyecta Morrissey y los brazos a nivel de todo gestos emo en cada oportunidad. Su nuevo estilo no estupidez marca Blink, sin embargo: DeLonge mencionado varias veces que quería "hacerlo con John Elway" y "con tu mamá ", bromea con Hoppus entre la mayoría de las canciones.

El baterista Travis Barker, quien estaba a punto de morir en un accidente de avión privado en 2008, fue tan terrible como siempre, en un martilleo señalar hip-hop mientras su plataforma giró por el aire en los cables ocultos y pasó hasta que fue casi vertical, la conducción a la multitud en un frenesí. Su arte extenso cuerpo parecía estar intacto, a pesar de las múltiples injertos de piel que se vio obligado a someterse.

Apoyo acto Weezer Asimismo, trajo la casa abajo con éxitos de culto desde 1994 "The Sweater Song" hasta el 2008 de "Troublemaker". El vocalista Rivers Cuomo, como siempre, se parecía a un dios del rock como interpretado por Woody Allen. Taking Back Sunday sacudió con denuedo en la cara de la persistencia de problemas de sonido, mientras que Chester francés atascado en las guitarras, panderetas y triángulos con el mismo entusiasmo.